martes, 3 de noviembre de 2009

¡Esta Comprobado Cientificamente!

El profesor japonés Maseru Emoto realizó un experimento tomando fotografías de los cristales de agua expuestos al sonido de palabras con amor, bondad y perdón; y de cristales de agua expuestos a palabras con odio, terror y crueldad. Las fotos de estos cristales congelados son sorprendentes, los cristales de las palabras ásperas u ofensivas parecían monstruos, mientras que las de palabras agradables parecían diamantes preciosos . Esto cobra relevancia para nosotros cuando recordamos que el cuerpo humano esta formado en un 90 % por agua. Y que cada una de nuestras células tiene toda la información de nuestra composición. Los sonidos que pronunciamos y la actitud que tomamos al ofrecer los alimentos cargan informaciones que se impregnan en cada átomo y que, desde luego, se reflejan en nuestro desarrollo.

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